Nace en Perú, en la ciudad de Chachapoyas capital de la región de Amazonas, el 15 de enero de 1986. A muy temprana edad se inicia en el mundo del arte, destacando en la pintura y en la música. Abandona su carrera de Ingeniería e ingresa a la Escuela de Bellas Artes de Chachapoyas el año 2007. Su pintura sufre una gran transformación después de un viaje a la selva peruana, donde se queda un tiempo para aprender técnicas ancestrales junto a las culturas Aguarana y Wampis. Viaje que marcará un antes y un después en su vida, tanto personal como artística. Su obra se basa en la búsqueda de identidad y revalorización del arte indígena de la cultura chachapoyas; esta, forma parte de colecciones privadas como la del Museo de Arte Latinoamericano en EE.UU.; también es finalista del Concurso de Pintura Histórica “Juan Lepiani Toledo” año 2024. Ha expuesto en diferentes países como Italia, Alemania, Francia, Nueva Zelanda, México, España y Ecuador.
El artista duerme pensando en los Chachapoya, y las voces antiguas van guiando sus pasos hacia el mundo onírico, donde el tiempo deja de ser lineal y se convierte en circular. Las formas se ordenan desde ese otro mundo que les pertenece a los que ya se fueron pero viven en la memoria genética de sus descendientes.
La neblina y los bosques le dan su mensaje al artista: «Encárgate de que no nos olviden». El artista recibe el encargo de contar la historia de los Chachapoya, de cómo se integraron con la naturaleza y permitieron que Curichaculla y Ushco Misho los guiaran en su camino hacia la supervivencia en paz.
Pero la historia también tiene un lado oscuro. Cuando vino la guerra, los Chachapoya se convirtieron en feroces guerreros que entregaron la vida con la lanza en la mano y enseñando los dientes. Sus honderos enviaron piedras a los enemigos con el nombre de la muerte como el precio a pagar por venir a su hogar. Y cuando todo eso no fue suficiente, recurrieron a la astucia del veneno para dejar que entre ellos se destruyeran.
El artista se despertó al día siguiente y comenzó a pintar los cuadros de Sachapuya, el misterio de las formas. En sus obras, revive la memoria de los Chachapoya y nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar nuestra herencia cultural.
